Con la mujer del vecino
Pobre hombre, su mujer no le deja ponerla a cuatro patas para que se la folle, dice que así solo follan los monos. Así que él tiene que aprovechar y pasarse al piso de la vecina cuando está sola para follársela como a él le gusta. Puede que folle como un mono, pero que bien se lo pasa el cabrón.