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El marido de esta golfa ha contratado a un entreador personal para poner en forma a su chica. Así cuando llega está en plena forma para follársela. El problema es que es el entrenador el que se la folla, y en forma está, pero sin ganas de follar con su marido.
Quién dice que las asiáticas no tienen las tetas grandes? Solo hay que ver a esta golga y sus dos buenas tetas follando con dos tíos a la vez. Encima tiene una boquita bastante juguetona, por lo que estas dos pollas no se aburren ni un solo segundo. Que suerte tienen algunos, eh?
Vaya par de tetazas que se gasta la morena. Sabe lo cachondos que eso nos pone y por eso no para de sobárselas y restregarlas contra la polla de su maigo. Éste no es de hierro, así que no puede durar mucho tiempo antes de correrse encima de ellas y restregarle todo el semen por el cuerpo.
Se conocen como «pezones de galleta» a aquellos pezones que son tan grandes como una galleta María. Estas galletas también se pueden mojar en leche, pero para ello primero hay que follarse a su dueña, cuando la polla ya está a punto de estallar lo mejor es apuntar hacia las galletas y mojarlas en leche para que su dueña pueda comérselas bien a gusto.
A esta madurita le encanta hacer buenas mamadas, por eso se ha operado los labios con silicona, para tenerlos más gruesos y que los tíos disfruten más cuando se la chupe. Y por lo tiesa que está la polla de este tío, no debe hacerlo nada mal. Eso sí, luego la pone a cuatro patas y se la folla bien follada.
Por mucho que haya practicado esta rubia con sus consoladores, a la hora de albergar una polla de carne y hueso en su ojete, lo pasa fatal. Y más si el rabo mide 22 centímetros, solo hay que ver cómo se lo deja a la pobre. Seguro que no puede andar en una semana.
Menuda pedazo de follada que le están metiendo a esta pobre rubia. Están siendo tan salvajes con ella que le van a dejar sus dos agujeros más perforados que un colador. Ella no puede hacer otra cosa más que abrirse de piernas y esperar a que se corran cuanto antes.