A la tetona del pueblo le gusta mamar
Vaya, pero qué bien se lo pasa la rubita. Quien diría que su pueblo es aburrido, porque ella no para ni un minuto, cuando no está en comisaría comiéndosela al sheriff, está en casa del alcalde abriéndose de piernas para que se la meta bien adentro. Cuando decida ir a la ciudad seguro que triunfa, habrá que darle nuestra dirección…