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Este tío quiere enseñarnos cómo hay que ligarse a un pivón. Lo primero es engañarla para llevártela a casa, luego le dices cuatro tonterías en bajito y te vas acercando poco a poco y luego lo más importante: necesits tener un pollón enorme para ponérselo en la cara, seguro que no se puede resistir y empieza a lamerlo sin parar. Luego ya si quieres follártela o no, depende de ti, ella estará deseando.
Cuando este tío ha recibido la llamada de su amiga para que vaya a su casa, con el sable limpio, ha sabido en el momento le que iba a pasar. Y lo que ha pasado es lo que vais a ver en el vídeo, que se le va a follar por la boca y a cuatro patas en el sofá de su casa. Y es que ella quiere aprovechar ahora que su novio no está en casa.
Esta chinita va a saber lo que es tener un buen rabo dentro del coñito dentro de poco. Se ha puesto su mejor lencería mientras su amiguito le espera en el sofá del salón con la polla en la mano. Nada más verla, se la mete en la boca para que se la ponga dura del todo y así poder follársela a gusto. Menudo festival que se dan los dos. Vaya suerte…
Esta rubia ya se ha mentalizado, está relajada y con el culo bien abierto para que el rabo que tiene justo detrás le entre sin problemas. Al principio le hace daño pero luego termina descojonándose de la risa, por lo que suponemos que se lo está pasando en grande. Casi 25 minutos de penetración hasta que el tío ya no puede más y se le viene encima.
Esta jovencita cree que ya ha llegado la hora de comerse un rabo. Así que queda con el amigo que más paquete tiene y le cuenta lo que quiere hacer. Inmediatamente él se saca el rabo del pantalón y le baja la cabeza para que se la meta en la boca. Ella solo quería mamar, pero el tío está tan cachondo que necesita follársela, y eso hace.
Esta morena ha tenido que llevar todo el día unas bolas chinas metidas en el coño para que se le diera un poco de si. Sabí que por la noche se la iba a follar una polla enorme y quería que no le doliese demasiado, así que ahora le entra hasta el fondo sin problemas. Mirad la pedazo de follada que le pega el negro en el sofá.
Acaban de finalizar el turno de noche y estas dos enfermeras despues de doce horas trabajando deciden relajarse en los vestuarios metiendose mano la una a la otra. Pese a estar cansadas se han puesto tan cachondas al tocarse que entre las dos se tiran a un enfermero que tiene fama de tener un rabo enorme. Mirar, mirar que par de viciosas.