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Así da gusto currar en casa, y si te llevas a tu secretaria para que te eche una mano más todavía. Este jefe aprivecha que su esposa no está para adelantar trabajo con la buenorra de su secretaria y de vez en cuando hacen un descansito para desconectar echando un buen polvazo en el salón.
Esta pareja de amigos están en casa de unos amigos haciendo una fiesta cuando la conversación empieza a subir de temperatura y comienzan a manosearse. Como todas las habitaciones están ociupadas por parejas y ellos necesitan follar ya, deciden hacerlo ahí mismo, en el sofá, a la vista de todos. Total, todo queda entre amigos, no pasa nada, mientras unos disfrutan otros miran.
Estos dos están tan cachondos que no les da tiempo ni de llegar al dormitorio, así que acaban follando en mitad de las escaleras. Parece un poco incómodo pero cuando te estás follando a una tía así te da igual, como si te las estás follando en una cama de espinas.
Hay muy pocas actrices profesionales que se dejen dar por el culo así como así. Y por una polla tan grande como ésta, menos todavía. Pero Chasey Evans no le tiene miedo a nada y se abre bien su culito para que ese rabo le entre bien hasta el fondo. No sabemos si disfrutará o no, el que sí se lo está pasando genial es el cabrón del tío.
Esta morena ha visto en el periódico que hay un casting para hacer una peli porno. Así que se pone sus mejores bragas y se dispone a hacer lo que le pidan con tal de que le den el papel. Como podéis ver, se la follan salvajemente pero ella disfruta cada vez más, se ve que ha nacido para esto, así que finalmente y tras follársela, le dan el papel.
Las opciones son claras: o se la folla todas las tardes al acabar la jornada de trabajo, o esta jefa echa a su trabajador de la empresa. Él no se lo piensa mucho teniendo en cuenta que su jefa está tremendamente buena, así que la pone en la mesa y se la folla salvajemente. Ya no va a tener que irse más de putas, tiene a una en el trabajo y encima gratis.
El otro día me dijeron mis superiores que tenía que acortar plantilla, así que llamé a Javier para despedirle y él me suplicó que no. Me dijo que qué podía hacer para no despedirle y yo se lo dije muy claro: «me quiero follar a tu mujer». Él se lo pensó un poco y accedió, esa misma noche descargué toda mi leche en ella.